Un desarrollo tecnológico ha permitido a un equipo internacional de investigadores trazar por primera vez la distribución de agua pesada y agua común en la “cabellera” de un cometa de tipo Halley, ofreciendo nuevas claves para entender la historia química del sistema solar. Nuevas observaciones realizadas con el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) revelaron que el agua presente en el cometa tipo Halley 12P/Pons-Brooks tiene una composición isotópica prácticamente idéntica a la de los océanos de la Tierra. Este hallazgo refuerza la hipótesis de que los cometas pudieron desempeñar un papel crucial en la existencia de agua, y posiblemente de algunos de los ingredientes moleculares para la vida, en nuestro planeta en sus primeras etapas. Se cree que el agua terrestre llegó hace miles de millones de años a través de impactos de cometas, asteroides y meteoritos. Aunque mediciones anteriores en muchos cometas mostraban diferencias significativas respecto al agua de la Tierra, estos nuevos resultados entregan la evidencia más sólida hasta ahora de que al menos algunos cometas tipo Halley transportaban agua con la misma “huella química” que la encontrada en nuestro planeta. Gracias a la sensibilidad excepcional y a las capacidades únicas de ALMA, un equipo internacional liderado por Martin Cordiner, del Goddard Space Flight Center de la NASA, logró mapear por primera vez la distribución de agua común (H₂O) y agua pesada (HDO, que contiene deuterio) en la coma, la nube de gas que rodea el núcleo, de un cometa. “Cometas como este son reliquias congeladas que quedaron del nacimiento del Sistema Solar hace 4.500 millones de años”, dijo Cordiner. “Dado que se cree que la Tierra se formó a partir de materiales carentes de agua, desde hace tiempo se ha sugerido que los impactos de cometas son una fuente de agua terrestre. Nuestros nuevos resultados proporcionan la evidencia más sólida hasta la fecha de que al menos algunos cometas tipo Halley transportaron agua con la misma firma isotópica que la encontrada en la Tierra, lo que respalda la idea de que los cometas podrían haber contribuido a la habitabilidad de nuestro planeta”, precisó. “Al mapear tanto el H2O como el HDO en la coma del cometa, podemos determinar si estos gases provienen de los hielos congelados dentro del cuerpo sólido del núcleo, en lugar de formarse a partir de la química u otros procesos en la coma de gas”, señaló Stefanie Milam, coautora del estudio. Fuente: Publimetro
El astrofísico, que ha sido polémico por sus teorías sobre la vida más allá del sistema solar, es cauto con sus ideas, pero dice que de no confirmarse que 3I/ATLAS sea un cometa, como ha informado la NASA con altas probabilidades, podría ser un objeto “enviado intencionalmente”. El científico tituló su estudio “ ¿Es el objeto interestelar 3I/ATLAS tecnología alienígena? “. Allí analizó los detalles de su tamaño, movimiento, entre otras características, y apuntó que, de acuerdo con la paradoja del “bosque oscuro”, esta visita al Sol podría ser hostil. Esto último, ya que la teoría del bosque oscuro sugiere que la humanidad aún no ha encontrado vida extraterrestre porque las civilizaciones son hostiles, algunas incluso podrían ser depredadoras y la manera más segura de existir es no siendo detectados. ¿Es el cometa 3I/ATLAS tecnología extraterrestre? El consenso de los astrónomos hasta ahora es que se trata de un cometa helado, que pasará cerca del Sol a finales de octubre y que, posiblemente, no volveremos a ver cuando se abra camino más allá del sistema solar. Pero Avi Loeb dice que una anomalía en su tamaño podría estar indicando otra cosa. Eso último porque hasta ahora el cometa no ha mostrado signos de una cola de gas o polvo a su alrededor, algo que podría observarse cuando se acerque más al Sol, pero de no ser así, ¿qué sería? El astrofísico señala que queda esperar los datos más precisos que se tomarán en los próximos meses, especialmente los del Observatorio Vera C. Rubin, recién inaugurado en Chile, y los telescopios espaciales Hubble y James Webb, pero en tanto, se vale teorizar. “La hipótesis más simple es que 3I/ATLAS es un cometa y que, debido a su gran distancia de la Tierra, no conocemos las características espectrales de su cola gaseosa”, señaló en un ensayo que publicó a raíz del estudio. “Sin embargo, si datos futuros indican la ausencia de una cola cometaria, nos enfrentaremos a la tentadora posibilidad de que no heredó una velocidad aleatoria en el espacio interestelar, sino que fue enviado intencionalmente hacia el sistema solar interior, al pertenecer a una población poco común de objetos interestelares masivos”, apuntó. Las polémicas teorías de Avi Loeb Esta no es la primera vez que Loeb plantea escenarios como estos, de hecho, planteó una hipótesis similar con Oumuamua, que fue el primer objeto interestelar descubierto por los humanos en 2017. Ha sido duramente criticado en la comunidad científica, pero su filosofía radica en no descartar las infinitas posibilidades y seguir investigando. “ En lugar de fingir ser los adultos que saben las respuestas de antemano, conservemos nuestra curiosidad infantil y busquemos evidencia “, dijo en su ensayo. “Nuestro artículo es, en gran medida, un ejercicio pedagógico, con descubrimientos interesantes que merecen ser incluidos en la literatura científica. Con mucho, el resultado más probable será que 3I/ATLAS sea un objeto interestelar completamente natural, probablemente un cometa, y esperamos que los datos astronómicos respalden este probable origen”, explicó. Asimismo, criticó que “el riesgo existencial que supone la inteligencia extraterrestre (IA externa) no se discute con tanta frecuencia como otros riesgos existenciales, como la inteligencia artificial (nuestra IA)”. “Quizás pronto nos demos cuenta de que la extensión de la selección natural al espacio interestelar implica la supervivencia del más apto. En otro ensayo reciente, presenté una lista de métodos para distinguir una nave extraterrestre de una roca interestelar. Esperemos que otros astrónomos la utilicen. Ignorar la opción tecnológica no es señal de inteligencia “, concluyó.
Un desarrollo tecnológico ha permitido a un equipo internacional de investigadores trazar por primera vez la distribución de agua pesada y agua común en la “cabellera” de un cometa de tipo Halley, ofreciendo nuevas claves para entender la historia química del sistema solar. Nuevas observaciones realizadas con el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) revelaron que el agua presente en el cometa tipo Halley 12P/Pons-Brooks tiene una composición isotópica prácticamente idéntica a la de los océanos de la Tierra. Este hallazgo refuerza la hipótesis de que los cometas pudieron desempeñar un papel crucial en la existencia de agua, y posiblemente de algunos de los ingredientes moleculares para la vida, en nuestro planeta en sus primeras etapas. Se cree que el agua terrestre llegó hace miles de millones de años a través de impactos de cometas, asteroides y meteoritos. Aunque mediciones anteriores en muchos cometas mostraban diferencias significativas respecto al agua de la Tierra, estos nuevos resultados entregan la evidencia más sólida hasta ahora de que al menos algunos cometas tipo Halley transportaban agua con la misma “huella química” que la encontrada en nuestro planeta. Gracias a la sensibilidad excepcional y a las capacidades únicas de ALMA, un equipo internacional liderado por Martin Cordiner, del Goddard Space Flight Center de la NASA, logró mapear por primera vez la distribución de agua común (H₂O) y agua pesada (HDO, que contiene deuterio) en la coma, la nube de gas que rodea el núcleo, de un cometa. “Cometas como este son reliquias congeladas que quedaron del nacimiento del Sistema Solar hace 4.500 millones de años”, dijo Cordiner. “Dado que se cree que la Tierra se formó a partir de materiales carentes de agua, desde hace tiempo se ha sugerido que los impactos de cometas son una fuente de agua terrestre. Nuestros nuevos resultados proporcionan la evidencia más sólida hasta la fecha de que al menos algunos cometas tipo Halley transportaron agua con la misma firma isotópica que la encontrada en la Tierra, lo que respalda la idea de que los cometas podrían haber contribuido a la habitabilidad de nuestro planeta”, precisó. “Al mapear tanto el H2O como el HDO en la coma del cometa, podemos determinar si estos gases provienen de los hielos congelados dentro del cuerpo sólido del núcleo, en lugar de formarse a partir de la química u otros procesos en la coma de gas”, señaló Stefanie Milam, coautora del estudio. Fuente: Publimetro
El astrofísico, que ha sido polémico por sus teorías sobre la vida más allá del sistema solar, es cauto con sus ideas, pero dice que de no confirmarse que 3I/ATLAS sea un cometa, como ha informado la NASA con altas probabilidades, podría ser un objeto “enviado intencionalmente”. El científico tituló su estudio “ ¿Es el objeto interestelar 3I/ATLAS tecnología alienígena? “. Allí analizó los detalles de su tamaño, movimiento, entre otras características, y apuntó que, de acuerdo con la paradoja del “bosque oscuro”, esta visita al Sol podría ser hostil. Esto último, ya que la teoría del bosque oscuro sugiere que la humanidad aún no ha encontrado vida extraterrestre porque las civilizaciones son hostiles, algunas incluso podrían ser depredadoras y la manera más segura de existir es no siendo detectados. ¿Es el cometa 3I/ATLAS tecnología extraterrestre? El consenso de los astrónomos hasta ahora es que se trata de un cometa helado, que pasará cerca del Sol a finales de octubre y que, posiblemente, no volveremos a ver cuando se abra camino más allá del sistema solar. Pero Avi Loeb dice que una anomalía en su tamaño podría estar indicando otra cosa. Eso último porque hasta ahora el cometa no ha mostrado signos de una cola de gas o polvo a su alrededor, algo que podría observarse cuando se acerque más al Sol, pero de no ser así, ¿qué sería? El astrofísico señala que queda esperar los datos más precisos que se tomarán en los próximos meses, especialmente los del Observatorio Vera C. Rubin, recién inaugurado en Chile, y los telescopios espaciales Hubble y James Webb, pero en tanto, se vale teorizar. “La hipótesis más simple es que 3I/ATLAS es un cometa y que, debido a su gran distancia de la Tierra, no conocemos las características espectrales de su cola gaseosa”, señaló en un ensayo que publicó a raíz del estudio. “Sin embargo, si datos futuros indican la ausencia de una cola cometaria, nos enfrentaremos a la tentadora posibilidad de que no heredó una velocidad aleatoria en el espacio interestelar, sino que fue enviado intencionalmente hacia el sistema solar interior, al pertenecer a una población poco común de objetos interestelares masivos”, apuntó. Las polémicas teorías de Avi Loeb Esta no es la primera vez que Loeb plantea escenarios como estos, de hecho, planteó una hipótesis similar con Oumuamua, que fue el primer objeto interestelar descubierto por los humanos en 2017. Ha sido duramente criticado en la comunidad científica, pero su filosofía radica en no descartar las infinitas posibilidades y seguir investigando. “ En lugar de fingir ser los adultos que saben las respuestas de antemano, conservemos nuestra curiosidad infantil y busquemos evidencia “, dijo en su ensayo. “Nuestro artículo es, en gran medida, un ejercicio pedagógico, con descubrimientos interesantes que merecen ser incluidos en la literatura científica. Con mucho, el resultado más probable será que 3I/ATLAS sea un objeto interestelar completamente natural, probablemente un cometa, y esperamos que los datos astronómicos respalden este probable origen”, explicó. Asimismo, criticó que “el riesgo existencial que supone la inteligencia extraterrestre (IA externa) no se discute con tanta frecuencia como otros riesgos existenciales, como la inteligencia artificial (nuestra IA)”. “Quizás pronto nos demos cuenta de que la extensión de la selección natural al espacio interestelar implica la supervivencia del más apto. En otro ensayo reciente, presenté una lista de métodos para distinguir una nave extraterrestre de una roca interestelar. Esperemos que otros astrónomos la utilicen. Ignorar la opción tecnológica no es señal de inteligencia “, concluyó.