En un operativo conjunto entre la Fiscalía Occidente y la Brigada Antinarcóticos Aeropuerto de la PDI, se detuvo a tres cabos del Ejército de Chile del Regimiento N°8 de Chiloé de la Región de Aysén, junto a un civil, luego de retirar una encomienda con 11 kilos de marihuana en un local de Chilexpress. La encomienda fue recogida por Diógenes Mendoza Briones, acompañado en ese momento por los tres militares. Todos fueron arrestados en Puerto Aysén bajo la dirección del fiscal de Pudahuel, Daniel Contreras. Según Radio Biobío, funcionarios de la Brigada se trasladaron a Aysén para supervisar la entrega del paquete, utilizando inteligencia bajo la Ley 20.000 para rastrear el itinerario. Los militares afirmaron no saber el contenido del paquete y que solo acompañaban a un amigo a recoger algo. Los detenidos serán formalizados por tráfico de drogas en el Juzgado de Garantía de Coyhaique este domingo. Este caso se suma a otros donde miembros de las Fuerzas Armadas son investigados y formalizados bajo la Ley 20.000 que penaliza el tráfico ilícito de estupefacientes. Ante esta situación, la IV División del Ejército rechazó lo ocurrido y expresó su compromiso con la legalidad y colaboración con las autoridades para esclarecer los hechos. Por otro lado, la ministra de Defensa, Adriana Delpiano, condenó los hechos y anunció medidas más estrictas en las Fuerzas Armadas para prevenir situaciones similares. Fuente: Publimetro
Un nuevo caso de presunta agresión sexual ha surgido en el Ejército de Chile, esta vez en Valdivia, donde dos oficiales del mismo rango se encuentran involucrados. La denuncia fue presentada por una capitán del Ejército, identificada con el nombre ficticio de Alejandra, en contra de su colega, el capitán F., a quien acusa de haberla violado en la madrugada del 9 de febrero de este año, dentro del Campo Militar de la ciudad. Según el testimonio de Alejandra ante la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales (Brisex) de la PDI, la noche de los hechos comenzó con una salida entre compañeros a un bar, donde consumieron alcohol mientras cantaban karaoke. Recuerdo haber tomado dos vasos de Ramazzotti, mencionó Alejandra. Posteriormente, el grupo se trasladó a una discoteca llamada Club Tierra de OZ, donde se llevaba a cabo una fiesta temática. Durante la noche, Alejandra se encontró con su expareja, también uniformado, lo que le generó un profundo malestar emocional. Consumió aproximadamente cuatro vasos de piscolas y recordó que su ex pareja le mencionó varias veces que estaba curada. La fiesta finalizó cerca de las tres de la madrugada y una compañera acompañó a Alejandra de regreso a la cabaña que compartían dentro del recinto militar. Alejandra declaró estar muy mareada y tener escasos recuerdos de lo sucedido en ese momento. Afirmó no recordar haber ingresado a la cabaña ni haberse acostado. Según su relato, la compañera la ayudó a acostarse y consoló mientras lloraba por su ruptura amorosa. Fue entonces cuando el capitán F. ingresó a la habitación y se ubicó al pie de la cama antes de quedarse dormida. Al despertar, Alejandra se percató de que estaba siendo violada. No sé por qué F. estaba en mi pieza. Tampoco sé por qué mi compañera me dejó sola con él, afirmó Alejandra, destacando que su relación con el acusado era estrictamente laboral y amistosa. El testimonio de la compañera contradice el relato de Alejandra. Según su declaración ante la Brisex, Alejandra se encontraba consciente y sin signos evidentes de ebriedad. Aseguró que caminaba y conversaba con normalidad antes de acostarse por sus propios medios y dialogar con ella antes de que el capitán F. ingresara a la cabaña. Un informe policial elaborado por la PDI indica que la víctima estaba orientada y funcional antes de irse a dormir, según imágenes captadas por cámaras de seguridad del Campo Militar. En base a esto, los investigadores concluyeron que es difícil establecer cómo ocurrió exactamente el presunto delito. La defensa del imputado sostiene que existió una relación sexual consentida debido a declaraciones donde Alejandra expresaba no recordar si hubo consentimiento sexual durante el incidente. El abogado Patricio Morales, representante legal de la víctima, rechazó las conclusiones presentadas por la PDI argumentando un sesgo en el informe y omitiendo antecedentes médicos relevantes. Hizo referencia a un informe ginecológico realizado por la doctora María Denisse Anrique en el Hospital Base de Valdivia que respaldaría el relato de Alejandra. Por otro lado, la defensa del capitán F., liderada por el abogado José Baquedano, solicitó su libertad provisional tras más de seis meses bajo reclusión militar en Temuco. Presentaron testimonios y grabaciones que sugieren que Alejandra no estaba incapacitada por efectos del alcohol durante los hechos. Además, incluyeron evaluaciones médicas independientes que sugieren múltiples causas para las lesiones presentadas por Alejandra, incluso compatibles con relaciones sexuales consentidas. El Ejército confirmó que el oficial fue separado definitivamente del cargo el 4 de junio y señaló que el caso sigue bajo jurisdicción militar debido al lugar donde ocurrieron los hechos. Se activaron protocolos para proteger a la denunciante y reiteraron su rechazo hacia conductas contrarias a los valores institucionales. Fuente: Publimetro
Un nuevo caso de presunta agresión sexual ha surgido en el Ejército de Chile, esta vez en Valdivia, donde dos oficiales del mismo rango se encuentran involucrados. La denuncia fue presentada por una capitán del Ejército, identificada con el nombre ficticio de Alejandra, en contra de su colega, el capitán F., a quien acusa de haberla violado en la madrugada del 9 de febrero de este año, dentro del Campo Militar de la ciudad. Según el testimonio de Alejandra ante la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales (Brisex) de la PDI, la noche de los hechos comenzó con una salida entre compañeros a un bar, donde consumieron alcohol mientras cantaban karaoke. Recuerdo haber tomado dos vasos de Ramazzotti, mencionó Alejandra. Posteriormente, el grupo se trasladó a una discoteca llamada Club Tierra de OZ, donde se llevaba a cabo una fiesta temática. Durante la noche, Alejandra se encontró con su expareja, también uniformado, lo que le generó un profundo malestar emocional. Consumió aproximadamente cuatro vasos de piscolas y recordó que su ex pareja le mencionó varias veces que estaba curada. La fiesta finalizó cerca de las tres de la madrugada y una compañera acompañó a Alejandra de regreso a la cabaña que compartían dentro del recinto militar. Alejandra declaró estar muy mareada y tener escasos recuerdos de lo sucedido en ese momento. Afirmó no recordar haber ingresado a la cabaña ni haberse acostado. Según su relato, la compañera la ayudó a acostarse y consoló mientras lloraba por su ruptura amorosa. Fue entonces cuando el capitán F. ingresó a la habitación y se ubicó al pie de la cama antes de quedarse dormida. Al despertar, Alejandra se percató de que estaba siendo violada. No sé por qué F. estaba en mi pieza. Tampoco sé por qué mi compañera me dejó sola con él, afirmó Alejandra, destacando que su relación con el acusado era estrictamente laboral y amistosa. El testimonio de la compañera contradice el relato de Alejandra. Según su declaración ante la Brisex, Alejandra se encontraba consciente y sin signos evidentes de ebriedad. Aseguró que caminaba y conversaba con normalidad antes de acostarse por sus propios medios y dialogar con ella antes de que el capitán F. ingresara a la cabaña. Un informe policial elaborado por la PDI indica que la víctima estaba orientada y funcional antes de irse a dormir, según imágenes captadas por cámaras de seguridad del Campo Militar. En base a esto, los investigadores concluyeron que es difícil establecer cómo ocurrió exactamente el presunto delito. La defensa del imputado sostiene que existió una relación sexual consentida debido a declaraciones donde Alejandra expresaba no recordar si hubo consentimiento sexual durante el incidente. El abogado Patricio Morales, representante legal de la víctima, rechazó las conclusiones presentadas por la PDI argumentando un sesgo en el informe y omitiendo antecedentes médicos relevantes. Hizo referencia a un informe ginecológico realizado por la doctora María Denisse Anrique en el Hospital Base de Valdivia que respaldaría el relato de Alejandra. Por otro lado, la defensa del capitán F., liderada por el abogado José Baquedano, solicitó su libertad provisional tras más de seis meses bajo reclusión militar en Temuco. Presentaron testimonios y grabaciones que sugieren que Alejandra no estaba incapacitada por efectos del alcohol durante los hechos. Además, incluyeron evaluaciones médicas independientes que sugieren múltiples causas para las lesiones presentadas por Alejandra, incluso compatibles con relaciones sexuales consentidas. El Ejército confirmó que el oficial fue separado definitivamente del cargo el 4 de junio y señaló que el caso sigue bajo jurisdicción militar debido al lugar donde ocurrieron los hechos. Se activaron protocolos para proteger a la denunciante y reiteraron su rechazo hacia conductas contrarias a los valores institucionales. Fuente: Publimetro
El próximo viernes serán formalizado dos de los sujetos involucrados en el asalto y robo al Campo de Entrenamiento Almirante Bascuñán de la Armada, en Viña del Mar, donde la noche del pasado jueves 27 de febrero cuatro desconocidos abordaron a dos marinos y sustrajeron diversas especies. El persecutor Andrés Gallardo, de la Fiscalía regional de Valparaíso, detalló en aquella ocasión que el asalto al cuartel militar fue alrededor de las 2:40 horas, momento en que los infantes de marina estaban en la caseta de vigilancia del Fuerte Aguayo haciendo guardia. Según su relato, “ingresaron cuatro sujetos armados con pistolas y dispararon en el interior del lugar y para luego intimidar a los infantes de marina que estaban de guardia”. Los funcionarios de la Armada afectados serían un cabo segundo y un cadete que está terminando su servicio militar. Además, se detalló que los asaltantes le sustrajeron a los infantes de marina sus fusiles, municiones, cascos, chalecos antibalas y especies personales, escapando del lugar. La investigación quedó en manos de Carabineros, quienes en las últimas horas detuvieron a dos hermanos acusados de participar del robo en el recinto militar. Recuperan armamento Personal del OS9 en conjunto con la Fiscalía de Valparaíso realizó allanamientos simultáneos, luego de identificar a los autores del hecho, quienes son dos hermanos vinculados a una banda delictual. Entre los elementos que pudo requisar Carabinero, hay dos fusiles de guerra que estaban ocultos dentro de unos bolsos en un vertedero cercano al camino La Pólvora y municiones. Mientras que todavía queda por recuperar un chaleco antibalas y un casco balístico. Finalmente, se indicó que uno de los imputados hizo el servicio militar en la infantería de marina el año 2022, no obstante, solicitó su baja voluntaria.
En un operativo conjunto entre la Fiscalía Occidente y la Brigada Antinarcóticos Aeropuerto de la PDI, se detuvo a tres cabos del Ejército de Chile del Regimiento N°8 de Chiloé de la Región de Aysén, junto a un civil, luego de retirar una encomienda con 11 kilos de marihuana en un local de Chilexpress. La encomienda fue recogida por Diógenes Mendoza Briones, acompañado en ese momento por los tres militares. Todos fueron arrestados en Puerto Aysén bajo la dirección del fiscal de Pudahuel, Daniel Contreras. Según Radio Biobío, funcionarios de la Brigada se trasladaron a Aysén para supervisar la entrega del paquete, utilizando inteligencia bajo la Ley 20.000 para rastrear el itinerario. Los militares afirmaron no saber el contenido del paquete y que solo acompañaban a un amigo a recoger algo. Los detenidos serán formalizados por tráfico de drogas en el Juzgado de Garantía de Coyhaique este domingo. Este caso se suma a otros donde miembros de las Fuerzas Armadas son investigados y formalizados bajo la Ley 20.000 que penaliza el tráfico ilícito de estupefacientes. Ante esta situación, la IV División del Ejército rechazó lo ocurrido y expresó su compromiso con la legalidad y colaboración con las autoridades para esclarecer los hechos. Por otro lado, la ministra de Defensa, Adriana Delpiano, condenó los hechos y anunció medidas más estrictas en las Fuerzas Armadas para prevenir situaciones similares. Fuente: Publimetro
Un nuevo caso de presunta agresión sexual ha surgido en el Ejército de Chile, esta vez en Valdivia, donde dos oficiales del mismo rango se encuentran involucrados. La denuncia fue presentada por una capitán del Ejército, identificada con el nombre ficticio de Alejandra, en contra de su colega, el capitán F., a quien acusa de haberla violado en la madrugada del 9 de febrero de este año, dentro del Campo Militar de la ciudad. Según el testimonio de Alejandra ante la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales (Brisex) de la PDI, la noche de los hechos comenzó con una salida entre compañeros a un bar, donde consumieron alcohol mientras cantaban karaoke. Recuerdo haber tomado dos vasos de Ramazzotti, mencionó Alejandra. Posteriormente, el grupo se trasladó a una discoteca llamada Club Tierra de OZ, donde se llevaba a cabo una fiesta temática. Durante la noche, Alejandra se encontró con su expareja, también uniformado, lo que le generó un profundo malestar emocional. Consumió aproximadamente cuatro vasos de piscolas y recordó que su ex pareja le mencionó varias veces que estaba curada. La fiesta finalizó cerca de las tres de la madrugada y una compañera acompañó a Alejandra de regreso a la cabaña que compartían dentro del recinto militar. Alejandra declaró estar muy mareada y tener escasos recuerdos de lo sucedido en ese momento. Afirmó no recordar haber ingresado a la cabaña ni haberse acostado. Según su relato, la compañera la ayudó a acostarse y consoló mientras lloraba por su ruptura amorosa. Fue entonces cuando el capitán F. ingresó a la habitación y se ubicó al pie de la cama antes de quedarse dormida. Al despertar, Alejandra se percató de que estaba siendo violada. No sé por qué F. estaba en mi pieza. Tampoco sé por qué mi compañera me dejó sola con él, afirmó Alejandra, destacando que su relación con el acusado era estrictamente laboral y amistosa. El testimonio de la compañera contradice el relato de Alejandra. Según su declaración ante la Brisex, Alejandra se encontraba consciente y sin signos evidentes de ebriedad. Aseguró que caminaba y conversaba con normalidad antes de acostarse por sus propios medios y dialogar con ella antes de que el capitán F. ingresara a la cabaña. Un informe policial elaborado por la PDI indica que la víctima estaba orientada y funcional antes de irse a dormir, según imágenes captadas por cámaras de seguridad del Campo Militar. En base a esto, los investigadores concluyeron que es difícil establecer cómo ocurrió exactamente el presunto delito. La defensa del imputado sostiene que existió una relación sexual consentida debido a declaraciones donde Alejandra expresaba no recordar si hubo consentimiento sexual durante el incidente. El abogado Patricio Morales, representante legal de la víctima, rechazó las conclusiones presentadas por la PDI argumentando un sesgo en el informe y omitiendo antecedentes médicos relevantes. Hizo referencia a un informe ginecológico realizado por la doctora María Denisse Anrique en el Hospital Base de Valdivia que respaldaría el relato de Alejandra. Por otro lado, la defensa del capitán F., liderada por el abogado José Baquedano, solicitó su libertad provisional tras más de seis meses bajo reclusión militar en Temuco. Presentaron testimonios y grabaciones que sugieren que Alejandra no estaba incapacitada por efectos del alcohol durante los hechos. Además, incluyeron evaluaciones médicas independientes que sugieren múltiples causas para las lesiones presentadas por Alejandra, incluso compatibles con relaciones sexuales consentidas. El Ejército confirmó que el oficial fue separado definitivamente del cargo el 4 de junio y señaló que el caso sigue bajo jurisdicción militar debido al lugar donde ocurrieron los hechos. Se activaron protocolos para proteger a la denunciante y reiteraron su rechazo hacia conductas contrarias a los valores institucionales. Fuente: Publimetro
Un nuevo caso de presunta agresión sexual ha surgido en el Ejército de Chile, esta vez en Valdivia, donde dos oficiales del mismo rango se encuentran involucrados. La denuncia fue presentada por una capitán del Ejército, identificada con el nombre ficticio de Alejandra, en contra de su colega, el capitán F., a quien acusa de haberla violado en la madrugada del 9 de febrero de este año, dentro del Campo Militar de la ciudad. Según el testimonio de Alejandra ante la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales (Brisex) de la PDI, la noche de los hechos comenzó con una salida entre compañeros a un bar, donde consumieron alcohol mientras cantaban karaoke. Recuerdo haber tomado dos vasos de Ramazzotti, mencionó Alejandra. Posteriormente, el grupo se trasladó a una discoteca llamada Club Tierra de OZ, donde se llevaba a cabo una fiesta temática. Durante la noche, Alejandra se encontró con su expareja, también uniformado, lo que le generó un profundo malestar emocional. Consumió aproximadamente cuatro vasos de piscolas y recordó que su ex pareja le mencionó varias veces que estaba curada. La fiesta finalizó cerca de las tres de la madrugada y una compañera acompañó a Alejandra de regreso a la cabaña que compartían dentro del recinto militar. Alejandra declaró estar muy mareada y tener escasos recuerdos de lo sucedido en ese momento. Afirmó no recordar haber ingresado a la cabaña ni haberse acostado. Según su relato, la compañera la ayudó a acostarse y consoló mientras lloraba por su ruptura amorosa. Fue entonces cuando el capitán F. ingresó a la habitación y se ubicó al pie de la cama antes de quedarse dormida. Al despertar, Alejandra se percató de que estaba siendo violada. No sé por qué F. estaba en mi pieza. Tampoco sé por qué mi compañera me dejó sola con él, afirmó Alejandra, destacando que su relación con el acusado era estrictamente laboral y amistosa. El testimonio de la compañera contradice el relato de Alejandra. Según su declaración ante la Brisex, Alejandra se encontraba consciente y sin signos evidentes de ebriedad. Aseguró que caminaba y conversaba con normalidad antes de acostarse por sus propios medios y dialogar con ella antes de que el capitán F. ingresara a la cabaña. Un informe policial elaborado por la PDI indica que la víctima estaba orientada y funcional antes de irse a dormir, según imágenes captadas por cámaras de seguridad del Campo Militar. En base a esto, los investigadores concluyeron que es difícil establecer cómo ocurrió exactamente el presunto delito. La defensa del imputado sostiene que existió una relación sexual consentida debido a declaraciones donde Alejandra expresaba no recordar si hubo consentimiento sexual durante el incidente. El abogado Patricio Morales, representante legal de la víctima, rechazó las conclusiones presentadas por la PDI argumentando un sesgo en el informe y omitiendo antecedentes médicos relevantes. Hizo referencia a un informe ginecológico realizado por la doctora María Denisse Anrique en el Hospital Base de Valdivia que respaldaría el relato de Alejandra. Por otro lado, la defensa del capitán F., liderada por el abogado José Baquedano, solicitó su libertad provisional tras más de seis meses bajo reclusión militar en Temuco. Presentaron testimonios y grabaciones que sugieren que Alejandra no estaba incapacitada por efectos del alcohol durante los hechos. Además, incluyeron evaluaciones médicas independientes que sugieren múltiples causas para las lesiones presentadas por Alejandra, incluso compatibles con relaciones sexuales consentidas. El Ejército confirmó que el oficial fue separado definitivamente del cargo el 4 de junio y señaló que el caso sigue bajo jurisdicción militar debido al lugar donde ocurrieron los hechos. Se activaron protocolos para proteger a la denunciante y reiteraron su rechazo hacia conductas contrarias a los valores institucionales. Fuente: Publimetro
El próximo viernes serán formalizado dos de los sujetos involucrados en el asalto y robo al Campo de Entrenamiento Almirante Bascuñán de la Armada, en Viña del Mar, donde la noche del pasado jueves 27 de febrero cuatro desconocidos abordaron a dos marinos y sustrajeron diversas especies. El persecutor Andrés Gallardo, de la Fiscalía regional de Valparaíso, detalló en aquella ocasión que el asalto al cuartel militar fue alrededor de las 2:40 horas, momento en que los infantes de marina estaban en la caseta de vigilancia del Fuerte Aguayo haciendo guardia. Según su relato, “ingresaron cuatro sujetos armados con pistolas y dispararon en el interior del lugar y para luego intimidar a los infantes de marina que estaban de guardia”. Los funcionarios de la Armada afectados serían un cabo segundo y un cadete que está terminando su servicio militar. Además, se detalló que los asaltantes le sustrajeron a los infantes de marina sus fusiles, municiones, cascos, chalecos antibalas y especies personales, escapando del lugar. La investigación quedó en manos de Carabineros, quienes en las últimas horas detuvieron a dos hermanos acusados de participar del robo en el recinto militar. Recuperan armamento Personal del OS9 en conjunto con la Fiscalía de Valparaíso realizó allanamientos simultáneos, luego de identificar a los autores del hecho, quienes son dos hermanos vinculados a una banda delictual. Entre los elementos que pudo requisar Carabinero, hay dos fusiles de guerra que estaban ocultos dentro de unos bolsos en un vertedero cercano al camino La Pólvora y municiones. Mientras que todavía queda por recuperar un chaleco antibalas y un casco balístico. Finalmente, se indicó que uno de los imputados hizo el servicio militar en la infantería de marina el año 2022, no obstante, solicitó su baja voluntaria.