Un equipo de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (FAVET) de la Universidad de Chile ha realizado un descubrimiento relevante. Según el estudio publicado en la revista Animals, titulado “The Risk Factors Associated with the Carriage to Critical Antimicrobial-Resistant Escherichia coli in Healthy Household Dogs: A One Health Perspective”, se ha encontrado que los perros domésticos sanos pueden portar bacterias resistentes a antibióticos críticos para la medicina humana. El trabajo, liderado por los investigadores Carlos Alejandro Zelaya, Gabriel Arriagada, Rosario Medina, Beatriz Escobar, Fernando Sánchez, Nicolás Galarce y Lisette Lapierre —quien es académica de FAVET y autora corresponsal del estudio—, contó con el respaldo financiero del proyecto Fondecyt N°1210692. La profesora Lapierre señala que casi uno de cada cinco perros analizados portaba cepas de Escherichia coli resistentes a antibióticos críticos para la salud humana. Además, destaca que estos microorganismos pueden transmitirse entre animales y personas: Compartimos la misma microbiota con nuestras mascotas, lo que significa que también nosotros podemos traspasarles bacterias resistentes. El análisis se realizó en 263 perros sanos de distintas comunas de la Región Metropolitana. Entre los resultados más relevantes, se encontró que los perros hospitalizados en clínicas veterinarias tenían cuatro veces más probabilidades de portar bacterias resistentes. Por otro lado, aquellos comprados en tiendas o criaderos presentaron seis veces más riesgo que los adoptados. La investigadora advierte sobre el uso indiscriminado de antibióticos en criaderos: En algunos lugares se administran antibióticos preventivos a cachorros sin enfermedad aparente, lo cual puede seleccionar bacterias resistentes que luego se transmiten a las personas. Estos hallazgos han despertado interés en el Ministerio de Salud, que evalúa la posibilidad de incorporar estos resultados en futuras regulaciones sobre el uso de antimicrobianos en animales domésticos y en las medidas de bioseguridad en clínicas y criaderos. Por otro lado, el estudio reveló factores protectores inesperados. Los perros que conviven con personas del área de la salud mostraron menor probabilidad de portar bacterias resistentes. Asimismo, aquellos con contacto ocasional con otros animales también presentaron menor resistencia bacteriana. Lapierre destaca la importancia de abordar la resistencia a los antimicrobianos bajo el enfoque Una Salud, que integra la salud humana, animal y ambiental. Advierte sobre las consecuencias del uso irresponsable de antibióticos: Si seguimos así, llegará un momento en que no tendremos medicamentos eficaces ni para humanos ni para animales. En conclusión, una tenencia responsable y una regulación más estricta sobre el uso de antimicrobianos en veterinaria pueden contribuir significativamente a reducir la propagación de bacterias resistentes. Como menciona Lapierre: No se trata de tener miedo a los animales, sino de entender que nuestra salud está conectada con la suya. Fuente: Publimetro
La Contraloría emitió un comunicado este martes en el que ordena a los municipios de todo el país tomar medidas para evitar el abandono de animales en situaciones de desalojo de tomas. Esta decisión surge a raíz de denuncias que indican que las municipalidades de La Florida, Cerro Navia y Quinta Normal no cumplieron con las directrices de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (SUBDERE) en relación a la protección de los animales en estos casos. En su investigación, la Contraloría encontró que la Municipalidad de La Florida no tenía un registro de los animales que vivían en la Toma Dignidad al momento del desalojo, situación que se repitió en la Toma 17 de Mayo en Cerro Navia, donde tampoco se contaba con un catastro para identificar y proteger a los animales. Según el informe, la Subdere proporcionó a las municipalidades un protocolo estándar a través del Programa de Tenencia Responsable de Animales de Compañía (PTRAC), con recomendaciones para garantizar el bienestar animal en estas circunstancias. En palabras de la Contraloría: Los gobiernos locales deben tomar medidas adecuadas y oportunas para prevenir el abandono de mascotas, incluyendo el registro de los animales que viven en propiedades ocupadas ilegalmente dentro de su jurisdicción. Fuente: CNN Chile País
En medio del paisaje desolado que aún guarda las cicatrices del desastre nuclear de Chernóbil (1986), un sorprendente hallazgo ha despertado curiosidad entre los científicos y voluntarios. Integrantes de la organización Dogs of Chernobyl, del Clean Futures Fund (CFF), encontraron recientemente a varios perros con el pelaje de un tono azul intenso mientras realizaban labores de rescate y esterilización dentro de la zona de exclusión. Las imágenes, tomadas hace pocos días, muestran a los animales activos y aparentemente saludables, pese a la extraña coloración. Según Darrin, líder del grupo, aún no han podido capturarlos para realizar análisis veterinarios, pero sospechan que el tono azul podría deberse al contacto con algún químico industrial. “ No creemos que esté relacionado con la radiación ”, aclaró el equipo, desmintiendo los rumores que rápidamente circularon en redes sociales. El origen de estos perros se remonta a la evacuación masiva de más de 120 000 personas tras la explosión del reactor número cuatro. A los habitantes se les ordenó abandonar la zona sin sus mascotas, bajo la promesa de regresar en pocos días, promesa que nunca se cumplió. El ejército soviético intentó eliminar a los animales abandonados, pero algunos lograron sobrevivir en los bosques y formaron manadas alrededor de la planta nuclear. Los perros que hoy habitan allí son los descendientes directos de aquellas mascotas domésticas que quedaron atrás hace casi cuatro décadas. Actualmente, se estima que más de 700 perros y 100 gatos viven dentro de la zona de exclusión. Muchos dependen del alimento y cuidado que les brindan los trabajadores de la central nuclear y los voluntarios del CFF. El programa Dogs of Chernobyl busca controlar la población animal mediante castraciones, vacunaciones y monitoreo sanitario, evitando la propagación de enfermedades. Mientras tanto, los científicos esperan analizar a los misteriosos perros azules para identificar la sustancia que pudo teñir su pelaje. Aunque su salud parece estable, el fenómeno continúa siendo uno de los enigmas más curiosos surgidos en el entorno de Chernóbil. Fuente: Publimetro
La Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó, con seis votos a favor y una abstención, el proyecto que modifica la ley sobre tenencia responsable de mascotas y animales de compañía para prohibir y sancionar las carreras de perros. Para debatir la propuesta, la comisión recibió a Luis Martínez, representante de la Fundación Galgos Chile, quien comparó la situación actual del país con otras naciones que ya han abandonado esta práctica. Tras la exposición del dirigente, los integrantes de la comisión votaron el contenido de la iniciativa, que busca prohibir y sancionar las carreras de perros debido a que representan una forma de explotación de animales de compañía y van en contra del espíritu de la ley sobre tenencia responsable. En esta misma línea, se aprobó una indicación presentada por la diputada Yovana Ahumada, que establece la responsabilidad económica del dueño o tenedor del perro rescatado para cubrir los gastos relacionados con su atención y rehabilitación. Con las indicaciones aprobadas, el proyecto presentado por el diputado Tomás Hirsch establece la prohibición de todas las carreras de perros en todo el territorio nacional, sin importar su raza. Aquellos que organicen o participen en estas carreras enfrentarán penas de presidio menor en su grado medio (de 541 días a 3 años y 1 día), junto con una multa que va desde 20 hasta 40 Unidades Tributarias Mensuales (UTM), además de la inhabilidad absoluta perpetua para tener animales. Además, deberán cubrir los gastos relacionados con el cuidado y saneamiento del animal. Adicionalmente, aquellos que promuevan, faciliten o difundan las carreras serán multados con montos que van desde 5 hasta 20 UTM. Estas personas no podrán solicitar la aplicación de penas sustitutivas como la remisión condicional. Fuente: Publimetro
En Estados Unidos, se están realizando los primeros ensayos clínicos con rapamicina, una innovadora píldora que podría revolucionar la forma en que cuidamos la salud de nuestros fieles compañeros caninos. Esta sustancia promete extender la esperanza de vida de los perros, abriendo nuevas posibilidades para garantizar su bienestar a lo largo de los años. Hasta ahora hay dos grandes estudios donde cientos de perros están probando un tratamiento para vivir más, uno comercial llamado STAY, el cual ha mantenido en secretismo su píldora por ahora, ya que está siendo desarrollado con fines comerciales; y otro llamado TRIAD, con fines académicos y sin ánimo de lucro. TRIAD pertenece al Dog Aging Project y está administrando rapamicina a 850 perros. Estudios previos en ratones mostraron efectividad y se espera que los perros puedan aumentar un 30% su esperanza de vida. El ensayo durará 3 años. La rapamicina es un medicamento inmunosupresor, es decir, que disminuye la respuesta inmune del cuerpo, cuando el organismo se defiende contra sustancias o microorganismos que reconoce como extraños o posiblemente dañinos. De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer, la rapamicina “se usa para impedir que el cuerpo rechace los trasplantes de órganos o médula ósea”, y también puede “bloquear una proteína que participa en la división celular”. Su nombre hace referencia a Rapa Nui, ya que fue aislada de la bacteria Streptomyces hygroscopicus, que se encontró en los suelos de la Isla de Pascua. Lo que hace que los científicos estén probando la rapamicina para retrasar el envejecimiento es que esta puede inhibir a la proteína mTOR, una proteína que tiene una importante función a nivel celular. Inhibirla “ lleva a una disminución de la inflamación crónica, lo que llamamos inflamación estéril, propia de la edad avanzada “, explicó a elDiario.es Matt Kaeberlein, investigador de la Universidad de Washington y el científico tras Dog Aging Project. Lee también... ¿Una píldora para alargar la vida de los perros? Kaeberlein estaba investigando los beneficios de la rapamicina en ratones cuando se dio cuenta de que podía intentar usarla para retrasar el envejecimiento. “Me dije: ¡Guau! Tenemos la oportunidad de retrasar el envejecimiento de las mascotas, de darles más años de vida de calidad”, comentó. Según el investigador, “la rapamicina influye en múltiples procesos que tienen un papel en la biología del envejecimiento”, pero el más destacable es la inhibición de la proteína mTOR. “A medida que envejecemos, parece que hay una especie de desregulación persistente de mTOR y eso provoca inflamación crónica. (…)Una forma simple de entenderlo es que la rapamicina restablece el equilibrio entre el crecimiento, la reproducción y la resistencia al estrés”, explicó. Los perros son los sujetos de estudio porque envejecen de una manera similar a los humanos —aunque no igual— y también, al ser domesticados, comparten hábitos parecidos. Para el ensayo se escogieron perros de al menos 7 años, que pesen entre 18 y 50 kilos. Deben ser perros grandes, porque envejecen más rápido que los de razas pequeñas. Los pacientes de TRIAD recibirán rapamicina durante un año, y algunos recibirán placebo, luego habrá un seguimiento de dos años. Kaeberlein dice que algunos animales se han sometido al tratamiento durante un año sin efectos adversos y con efectos positivos. “Ya hemos observado mejoras en la función ventricular izquierda. El ventrículo izquierdo es una de las cámaras del corazón cuya función disminuye con la edad. Y esa mejora la vemos en los perros que recibieron rapamicina, no en los que recibieron placebo”, planteó. Kaeberlein puntualizó que aun no sabe cuánto es lo que conseguirá alargar la vida de los caninos. “Si nos fijamos en lo que se ha demostrado en ratones, el mayor efecto de la rapamicina es un aumento de alrededor de un 30% de vida media”, expresó. “Si lo comparamos en términos de años de vida en humanos, un cambio del 15% en una esperanza de vida de 80 años equivale a 12 años. Un cambio del 30% en la esperanza de vida equivale a 24 años. Así que eso sería lo que se produciría en las personas si el efecto porcentual se mantuviera igual: entre 12 y 24 años. Pero aún no sabemos si funcionará”, añadió. Pese a su potencial uso para retrasar el envejecimiento, Kaeberlein manifestó que hay que esperar a los resultados de los ensayos, pero de todas formas, ayudarán a conocer más sobre qué utilidades puede tener la rapamicina. “Estamos ante una nueva frontera”, dijo el investigador. Si bien se conoce que tiene efectos positivos en animales, expertos han advertido que esto no garantiza que también los tenga en humanos. Además, su efecto inmunosupresor sería un obstáculo, ya que dejaría al organismo expuesto a enfermedades autoinmunes. “Estamos empezando a comprender la biología del envejecimiento lo suficiente como para desarrollar los primeros medicamentos que lo retrasan, y eso implica que habrá un período en el que tendremos que ajustar nuestra forma de pensar y abordar la salud. Y estoy seguro de que habrá algunas experiencias interesantes en el camino”, planteó.
Un equipo de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (FAVET) de la Universidad de Chile ha realizado un descubrimiento relevante. Según el estudio publicado en la revista Animals, titulado “The Risk Factors Associated with the Carriage to Critical Antimicrobial-Resistant Escherichia coli in Healthy Household Dogs: A One Health Perspective”, se ha encontrado que los perros domésticos sanos pueden portar bacterias resistentes a antibióticos críticos para la medicina humana. El trabajo, liderado por los investigadores Carlos Alejandro Zelaya, Gabriel Arriagada, Rosario Medina, Beatriz Escobar, Fernando Sánchez, Nicolás Galarce y Lisette Lapierre —quien es académica de FAVET y autora corresponsal del estudio—, contó con el respaldo financiero del proyecto Fondecyt N°1210692. La profesora Lapierre señala que casi uno de cada cinco perros analizados portaba cepas de Escherichia coli resistentes a antibióticos críticos para la salud humana. Además, destaca que estos microorganismos pueden transmitirse entre animales y personas: Compartimos la misma microbiota con nuestras mascotas, lo que significa que también nosotros podemos traspasarles bacterias resistentes. El análisis se realizó en 263 perros sanos de distintas comunas de la Región Metropolitana. Entre los resultados más relevantes, se encontró que los perros hospitalizados en clínicas veterinarias tenían cuatro veces más probabilidades de portar bacterias resistentes. Por otro lado, aquellos comprados en tiendas o criaderos presentaron seis veces más riesgo que los adoptados. La investigadora advierte sobre el uso indiscriminado de antibióticos en criaderos: En algunos lugares se administran antibióticos preventivos a cachorros sin enfermedad aparente, lo cual puede seleccionar bacterias resistentes que luego se transmiten a las personas. Estos hallazgos han despertado interés en el Ministerio de Salud, que evalúa la posibilidad de incorporar estos resultados en futuras regulaciones sobre el uso de antimicrobianos en animales domésticos y en las medidas de bioseguridad en clínicas y criaderos. Por otro lado, el estudio reveló factores protectores inesperados. Los perros que conviven con personas del área de la salud mostraron menor probabilidad de portar bacterias resistentes. Asimismo, aquellos con contacto ocasional con otros animales también presentaron menor resistencia bacteriana. Lapierre destaca la importancia de abordar la resistencia a los antimicrobianos bajo el enfoque Una Salud, que integra la salud humana, animal y ambiental. Advierte sobre las consecuencias del uso irresponsable de antibióticos: Si seguimos así, llegará un momento en que no tendremos medicamentos eficaces ni para humanos ni para animales. En conclusión, una tenencia responsable y una regulación más estricta sobre el uso de antimicrobianos en veterinaria pueden contribuir significativamente a reducir la propagación de bacterias resistentes. Como menciona Lapierre: No se trata de tener miedo a los animales, sino de entender que nuestra salud está conectada con la suya. Fuente: Publimetro
La Contraloría emitió un comunicado este martes en el que ordena a los municipios de todo el país tomar medidas para evitar el abandono de animales en situaciones de desalojo de tomas. Esta decisión surge a raíz de denuncias que indican que las municipalidades de La Florida, Cerro Navia y Quinta Normal no cumplieron con las directrices de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (SUBDERE) en relación a la protección de los animales en estos casos. En su investigación, la Contraloría encontró que la Municipalidad de La Florida no tenía un registro de los animales que vivían en la Toma Dignidad al momento del desalojo, situación que se repitió en la Toma 17 de Mayo en Cerro Navia, donde tampoco se contaba con un catastro para identificar y proteger a los animales. Según el informe, la Subdere proporcionó a las municipalidades un protocolo estándar a través del Programa de Tenencia Responsable de Animales de Compañía (PTRAC), con recomendaciones para garantizar el bienestar animal en estas circunstancias. En palabras de la Contraloría: Los gobiernos locales deben tomar medidas adecuadas y oportunas para prevenir el abandono de mascotas, incluyendo el registro de los animales que viven en propiedades ocupadas ilegalmente dentro de su jurisdicción. Fuente: CNN Chile País
En medio del paisaje desolado que aún guarda las cicatrices del desastre nuclear de Chernóbil (1986), un sorprendente hallazgo ha despertado curiosidad entre los científicos y voluntarios. Integrantes de la organización Dogs of Chernobyl, del Clean Futures Fund (CFF), encontraron recientemente a varios perros con el pelaje de un tono azul intenso mientras realizaban labores de rescate y esterilización dentro de la zona de exclusión. Las imágenes, tomadas hace pocos días, muestran a los animales activos y aparentemente saludables, pese a la extraña coloración. Según Darrin, líder del grupo, aún no han podido capturarlos para realizar análisis veterinarios, pero sospechan que el tono azul podría deberse al contacto con algún químico industrial. “ No creemos que esté relacionado con la radiación ”, aclaró el equipo, desmintiendo los rumores que rápidamente circularon en redes sociales. El origen de estos perros se remonta a la evacuación masiva de más de 120 000 personas tras la explosión del reactor número cuatro. A los habitantes se les ordenó abandonar la zona sin sus mascotas, bajo la promesa de regresar en pocos días, promesa que nunca se cumplió. El ejército soviético intentó eliminar a los animales abandonados, pero algunos lograron sobrevivir en los bosques y formaron manadas alrededor de la planta nuclear. Los perros que hoy habitan allí son los descendientes directos de aquellas mascotas domésticas que quedaron atrás hace casi cuatro décadas. Actualmente, se estima que más de 700 perros y 100 gatos viven dentro de la zona de exclusión. Muchos dependen del alimento y cuidado que les brindan los trabajadores de la central nuclear y los voluntarios del CFF. El programa Dogs of Chernobyl busca controlar la población animal mediante castraciones, vacunaciones y monitoreo sanitario, evitando la propagación de enfermedades. Mientras tanto, los científicos esperan analizar a los misteriosos perros azules para identificar la sustancia que pudo teñir su pelaje. Aunque su salud parece estable, el fenómeno continúa siendo uno de los enigmas más curiosos surgidos en el entorno de Chernóbil. Fuente: Publimetro
La Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó, con seis votos a favor y una abstención, el proyecto que modifica la ley sobre tenencia responsable de mascotas y animales de compañía para prohibir y sancionar las carreras de perros. Para debatir la propuesta, la comisión recibió a Luis Martínez, representante de la Fundación Galgos Chile, quien comparó la situación actual del país con otras naciones que ya han abandonado esta práctica. Tras la exposición del dirigente, los integrantes de la comisión votaron el contenido de la iniciativa, que busca prohibir y sancionar las carreras de perros debido a que representan una forma de explotación de animales de compañía y van en contra del espíritu de la ley sobre tenencia responsable. En esta misma línea, se aprobó una indicación presentada por la diputada Yovana Ahumada, que establece la responsabilidad económica del dueño o tenedor del perro rescatado para cubrir los gastos relacionados con su atención y rehabilitación. Con las indicaciones aprobadas, el proyecto presentado por el diputado Tomás Hirsch establece la prohibición de todas las carreras de perros en todo el territorio nacional, sin importar su raza. Aquellos que organicen o participen en estas carreras enfrentarán penas de presidio menor en su grado medio (de 541 días a 3 años y 1 día), junto con una multa que va desde 20 hasta 40 Unidades Tributarias Mensuales (UTM), además de la inhabilidad absoluta perpetua para tener animales. Además, deberán cubrir los gastos relacionados con el cuidado y saneamiento del animal. Adicionalmente, aquellos que promuevan, faciliten o difundan las carreras serán multados con montos que van desde 5 hasta 20 UTM. Estas personas no podrán solicitar la aplicación de penas sustitutivas como la remisión condicional. Fuente: Publimetro
En Estados Unidos, se están realizando los primeros ensayos clínicos con rapamicina, una innovadora píldora que podría revolucionar la forma en que cuidamos la salud de nuestros fieles compañeros caninos. Esta sustancia promete extender la esperanza de vida de los perros, abriendo nuevas posibilidades para garantizar su bienestar a lo largo de los años. Hasta ahora hay dos grandes estudios donde cientos de perros están probando un tratamiento para vivir más, uno comercial llamado STAY, el cual ha mantenido en secretismo su píldora por ahora, ya que está siendo desarrollado con fines comerciales; y otro llamado TRIAD, con fines académicos y sin ánimo de lucro. TRIAD pertenece al Dog Aging Project y está administrando rapamicina a 850 perros. Estudios previos en ratones mostraron efectividad y se espera que los perros puedan aumentar un 30% su esperanza de vida. El ensayo durará 3 años. La rapamicina es un medicamento inmunosupresor, es decir, que disminuye la respuesta inmune del cuerpo, cuando el organismo se defiende contra sustancias o microorganismos que reconoce como extraños o posiblemente dañinos. De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer, la rapamicina “se usa para impedir que el cuerpo rechace los trasplantes de órganos o médula ósea”, y también puede “bloquear una proteína que participa en la división celular”. Su nombre hace referencia a Rapa Nui, ya que fue aislada de la bacteria Streptomyces hygroscopicus, que se encontró en los suelos de la Isla de Pascua. Lo que hace que los científicos estén probando la rapamicina para retrasar el envejecimiento es que esta puede inhibir a la proteína mTOR, una proteína que tiene una importante función a nivel celular. Inhibirla “ lleva a una disminución de la inflamación crónica, lo que llamamos inflamación estéril, propia de la edad avanzada “, explicó a elDiario.es Matt Kaeberlein, investigador de la Universidad de Washington y el científico tras Dog Aging Project. Lee también... ¿Una píldora para alargar la vida de los perros? Kaeberlein estaba investigando los beneficios de la rapamicina en ratones cuando se dio cuenta de que podía intentar usarla para retrasar el envejecimiento. “Me dije: ¡Guau! Tenemos la oportunidad de retrasar el envejecimiento de las mascotas, de darles más años de vida de calidad”, comentó. Según el investigador, “la rapamicina influye en múltiples procesos que tienen un papel en la biología del envejecimiento”, pero el más destacable es la inhibición de la proteína mTOR. “A medida que envejecemos, parece que hay una especie de desregulación persistente de mTOR y eso provoca inflamación crónica. (…)Una forma simple de entenderlo es que la rapamicina restablece el equilibrio entre el crecimiento, la reproducción y la resistencia al estrés”, explicó. Los perros son los sujetos de estudio porque envejecen de una manera similar a los humanos —aunque no igual— y también, al ser domesticados, comparten hábitos parecidos. Para el ensayo se escogieron perros de al menos 7 años, que pesen entre 18 y 50 kilos. Deben ser perros grandes, porque envejecen más rápido que los de razas pequeñas. Los pacientes de TRIAD recibirán rapamicina durante un año, y algunos recibirán placebo, luego habrá un seguimiento de dos años. Kaeberlein dice que algunos animales se han sometido al tratamiento durante un año sin efectos adversos y con efectos positivos. “Ya hemos observado mejoras en la función ventricular izquierda. El ventrículo izquierdo es una de las cámaras del corazón cuya función disminuye con la edad. Y esa mejora la vemos en los perros que recibieron rapamicina, no en los que recibieron placebo”, planteó. Kaeberlein puntualizó que aun no sabe cuánto es lo que conseguirá alargar la vida de los caninos. “Si nos fijamos en lo que se ha demostrado en ratones, el mayor efecto de la rapamicina es un aumento de alrededor de un 30% de vida media”, expresó. “Si lo comparamos en términos de años de vida en humanos, un cambio del 15% en una esperanza de vida de 80 años equivale a 12 años. Un cambio del 30% en la esperanza de vida equivale a 24 años. Así que eso sería lo que se produciría en las personas si el efecto porcentual se mantuviera igual: entre 12 y 24 años. Pero aún no sabemos si funcionará”, añadió. Pese a su potencial uso para retrasar el envejecimiento, Kaeberlein manifestó que hay que esperar a los resultados de los ensayos, pero de todas formas, ayudarán a conocer más sobre qué utilidades puede tener la rapamicina. “Estamos ante una nueva frontera”, dijo el investigador. Si bien se conoce que tiene efectos positivos en animales, expertos han advertido que esto no garantiza que también los tenga en humanos. Además, su efecto inmunosupresor sería un obstáculo, ya que dejaría al organismo expuesto a enfermedades autoinmunes. “Estamos empezando a comprender la biología del envejecimiento lo suficiente como para desarrollar los primeros medicamentos que lo retrasan, y eso implica que habrá un período en el que tendremos que ajustar nuestra forma de pensar y abordar la salud. Y estoy seguro de que habrá algunas experiencias interesantes en el camino”, planteó.