Nuevos antecedentes han salido a la luz sobre la tragedia ocurrida en el Parque Nacional Torres del Paine, en la región de Magallanes, donde cinco turistas perdieron la vida tras enfrentarse a un violento temporal que los sorprendió en pleno ascenso. A medida que pasan los días, los relatos de quienes sobrevivieron han comenzado a reconstruir el dramático minuto a minuto de una jornada que cambió para siempre a quienes la vivieron. Las víctimas fueron identificadas como Cristina Calvillo Tovar y Julian García Pimentel, ambos de nacionalidad mexicana; los alemanes Nadine Lichey y Andreas Von Pein; y la ciudadana británica Victoria Bond. Todos realizaban parte del circuito de montaña cuando quedaron atrapados por las adversas condiciones meteorológicas. Uno de los sobrevivientes y amigo de Bond, Christian Aldridge, conversó con The Times y entregó un crudo testimonio marcado por el miedo, la desorientación y la sensación de estar enfrentándose a fuerzas imposibles de contener. “No podía respirar con el hielo y la nieve azotándome la cara, y encima intentando subir una pendiente tan pronunciada”, recordó. “Fue demasiado para mí. Me resulta muy difícil expresar lo horrible que fue”, dijo. Según relató Aldridge, el grupo —compuesto por él, la víctima británica y otros cinco excursionistas— había iniciado la jornada cerca de las 5:30 de la mañana desde el campamento Perros, intentando avanzar hacia un refugio de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) ubicado a poco más de un kilómetro del punto donde comenzó a empeorar el clima. Con vientos intensos, nieve densa y una visibilidad cada vez más reducida, tomaron la decisión de seguir avanzando con la esperanza de encontrar resguardo. Sin embargo, al llegar al refugio descubrieron que estaba cerrado. De acuerdo con lo que denunciaron, los guardaparques habían abandonado el lugar para acudir a votar en las elecciones presidenciales del 16 de noviembre, información que fue confirmada este jueves por Conaf. La situación obligó al grupo a reevaluar rápidamente sus opciones. Con el temporal recrudeciendo y sin posibilidad de refugio, decidieron suspender la travesía y emprender el retorno al campamento Perros. “Fue muy difícil tomar la decisión, pero conforme avanzábamos pensamos que era demasiado peligroso, que no íbamos a cruzar el paso”, explicó Aldridge. También descartaron seguir avanzando hacia el siguiente campamento, pues las condiciones lo hacían inviable. La bajada se transformó en un verdadero infierno. “Bajar esa montaña era como caminar sobre hielo”, contó Aldridge. “Me caí y me deslicé montaña abajo, y seguí cayendo. Pensé: ‘Estoy perdido, definitivamente estoy perdido’”. Él no fue el único. Otros excursionistas también resbalaron, arrastrados por la capa de hielo y nieve que cubría el terreno. “Era un caos. No se veía casi nada. La visibilidad era pésima”. Tras varios minutos de incertidumbre, los sobrevivientes lograron reagruparse en un punto que consideraron relativamente más seguro. Pero no todos lo consiguieron: Victoria Bond nunca llegó a reencontrarse con ellos. “Un amigo pensó que tal vez Victoria estaba detrás de nosotros. Una pareja dijo que eran los últimos y que no había nadie más arriba. Regresamos solo para comprobarlo y no vimos a nadie más”, relató. Aldridge denunció que, ante la ausencia de apoyo inmediato, debieron organizar su “propio grupo de búsqueda”, asegurando que las autoridades del parque “no hicieron nada” en los primeros momentos críticos. En esa búsqueda encontraron a tres turistas —la mexicana y la alemana— que se encontraban extraviadas, pero que lamentablemente fallecieron durante el proceso de rescate. También encontraron el cuerpo del turista mexicano que no logró sobrevivir. La tragedia ha reabierto el debate sobre la seguridad en rutas de alta montaña dentro del parque, la disponibilidad de personal en situaciones críticas y los protocolos de emergencia para enfrentar cambios bruscos del clima, particularmente en temporadas donde el flujo turístico continúa siendo alto. Las autoridades aún investigan las circunstancias exactas del accidente, mientras sobrevivientes y familiares exigen respuestas que permitan evitar que una tragedia como esta vuelva a repetirse. Fuente: Publimetro
La familia de la doctora mexicana Cristina Calvillo Tovar, quien falleció junto a su esposo, Julian García Pimentel, en el trágico suceso ocurrido recientemente en el Parque Nacional Torres del Paine, ha realizado un urgente llamado a las autoridades chilenas y mexicanas para recibir apoyo en la repatriación de los cuerpos. El hermano de la fallecida, Carlos Calvillo, desde México, ha relatado los difíciles momentos que están atravesando y la incertidumbre que enfrentan al intentar gestionar por sí mismos todos los trámites necesarios. En una entrevista con el programa La Tarde es Nuestra, Carlos recordó a su hermana como una amante de la naturaleza y los viajes. Explicó que el matrimonio tenía planeado este viaje por la Patagonia chilena desde hacía tiempo, un destino que Cristina anhelaba visitar desde hace años. “Es algo muy fuerte para todos, para nuestra familia, para la familia de nuestro cuñado. Ellos salieron de vacaciones a hacer las cosas que querían, a ellos les gustaba viajar, cualquier cosa que tuviera que ver con la naturaleza, entonces fue una gran sorpresa para nosotros lo que pasó. Y acá estamos, viendo lo que se puede hacer para traerlos a casa”, expresó Carlos. “Ellos tenían planeado este viaje desde hace mucho tiempo (...) Y mi papá cuando fue a visitarlos hace algunas semanas, prácticamente ellos ya tenían el equipaje listo, con tiempo, con todas las cosas que necesitaban para esto. El año pasado ellos llegaron de Argentina en un paseo similar”, recordó. Sobre los últimos contactos con Cristina, Carlos mencionó que sabían que la comunicación sería limitada debido a la ubicación remota del refugio donde se encontraban. “Mi hermana me acaba de decir que el último día que se tuvo comunicación con ella, fue el día jueves (...) Me imagino que en el refugio que estaban y en el lugar no tenían señal”, afirmó. Carlos explicó que fue la embajada mexicana en Chile la que confirmó el fallecimiento, aunque inicialmente con poca información. “Ayer nos dieron la noticia a nosotros, nos contacta una señora de la embajada, llama a mi hermana y le cuenta lo sucedido. No nos dieron muchos datos, porque me imagino que no tenían mucha información exacta. Ahí ya mi hermana se comunicó con nosotros, con mis hermanos, y ya nos tuvimos que reunir nosotros para darle la noticia a mis papás”, detalló. A pesar de la confirmación oficial del fallecimiento, la familia ha denunciado la falta de apoyo concreto para el proceso de repatriación. “La embajada solo nos ha dado información, pero nada más. Nos dicen que debemos contratar una funeraria chilena para todo el procedimiento, y eso es algo que se nos hace muy difícil desde acá”, lamentó. Por ello, han reiterado su llamado a los gobiernos de ambos países: “Ahora no tenemos una ayuda allá en Chile, porque la embajada mexicana lo único que nos está brindando es información, que ya tienen los cuerpos. Pero yo me he estado contactando con otra señorita de la embajada, y me dice que nosotros tenemos que contratar prácticamente una funeraria chilena para hacer el proceso”. “A nosotros nos gustaría tener una ayuda, tanto del gobierno chileno y mexicano, para que nos asistan en repatriar a mi hermana y a mi cuñado”, concluyó el familiar. Mientras tanto, continúan esperando respuestas mientras avanza el proceso de identificación y entrega de los cuerpos por parte de las autoridades chilenas. Fuente: Publimetro
Nuevos antecedentes han salido a la luz sobre la tragedia ocurrida en el Parque Nacional Torres del Paine, en la región de Magallanes, donde cinco turistas perdieron la vida tras enfrentarse a un violento temporal que los sorprendió en pleno ascenso. A medida que pasan los días, los relatos de quienes sobrevivieron han comenzado a reconstruir el dramático minuto a minuto de una jornada que cambió para siempre a quienes la vivieron. Las víctimas fueron identificadas como Cristina Calvillo Tovar y Julian García Pimentel, ambos de nacionalidad mexicana; los alemanes Nadine Lichey y Andreas Von Pein; y la ciudadana británica Victoria Bond. Todos realizaban parte del circuito de montaña cuando quedaron atrapados por las adversas condiciones meteorológicas. Uno de los sobrevivientes y amigo de Bond, Christian Aldridge, conversó con The Times y entregó un crudo testimonio marcado por el miedo, la desorientación y la sensación de estar enfrentándose a fuerzas imposibles de contener. “No podía respirar con el hielo y la nieve azotándome la cara, y encima intentando subir una pendiente tan pronunciada”, recordó. “Fue demasiado para mí. Me resulta muy difícil expresar lo horrible que fue”, dijo. Según relató Aldridge, el grupo —compuesto por él, la víctima británica y otros cinco excursionistas— había iniciado la jornada cerca de las 5:30 de la mañana desde el campamento Perros, intentando avanzar hacia un refugio de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) ubicado a poco más de un kilómetro del punto donde comenzó a empeorar el clima. Con vientos intensos, nieve densa y una visibilidad cada vez más reducida, tomaron la decisión de seguir avanzando con la esperanza de encontrar resguardo. Sin embargo, al llegar al refugio descubrieron que estaba cerrado. De acuerdo con lo que denunciaron, los guardaparques habían abandonado el lugar para acudir a votar en las elecciones presidenciales del 16 de noviembre, información que fue confirmada este jueves por Conaf. La situación obligó al grupo a reevaluar rápidamente sus opciones. Con el temporal recrudeciendo y sin posibilidad de refugio, decidieron suspender la travesía y emprender el retorno al campamento Perros. “Fue muy difícil tomar la decisión, pero conforme avanzábamos pensamos que era demasiado peligroso, que no íbamos a cruzar el paso”, explicó Aldridge. También descartaron seguir avanzando hacia el siguiente campamento, pues las condiciones lo hacían inviable. La bajada se transformó en un verdadero infierno. “Bajar esa montaña era como caminar sobre hielo”, contó Aldridge. “Me caí y me deslicé montaña abajo, y seguí cayendo. Pensé: ‘Estoy perdido, definitivamente estoy perdido’”. Él no fue el único. Otros excursionistas también resbalaron, arrastrados por la capa de hielo y nieve que cubría el terreno. “Era un caos. No se veía casi nada. La visibilidad era pésima”. Tras varios minutos de incertidumbre, los sobrevivientes lograron reagruparse en un punto que consideraron relativamente más seguro. Pero no todos lo consiguieron: Victoria Bond nunca llegó a reencontrarse con ellos. “Un amigo pensó que tal vez Victoria estaba detrás de nosotros. Una pareja dijo que eran los últimos y que no había nadie más arriba. Regresamos solo para comprobarlo y no vimos a nadie más”, relató. Aldridge denunció que, ante la ausencia de apoyo inmediato, debieron organizar su “propio grupo de búsqueda”, asegurando que las autoridades del parque “no hicieron nada” en los primeros momentos críticos. En esa búsqueda encontraron a tres turistas —la mexicana y la alemana— que se encontraban extraviadas, pero que lamentablemente fallecieron durante el proceso de rescate. También encontraron el cuerpo del turista mexicano que no logró sobrevivir. La tragedia ha reabierto el debate sobre la seguridad en rutas de alta montaña dentro del parque, la disponibilidad de personal en situaciones críticas y los protocolos de emergencia para enfrentar cambios bruscos del clima, particularmente en temporadas donde el flujo turístico continúa siendo alto. Las autoridades aún investigan las circunstancias exactas del accidente, mientras sobrevivientes y familiares exigen respuestas que permitan evitar que una tragedia como esta vuelva a repetirse. Fuente: Publimetro
La familia de la doctora mexicana Cristina Calvillo Tovar, quien falleció junto a su esposo, Julian García Pimentel, en el trágico suceso ocurrido recientemente en el Parque Nacional Torres del Paine, ha realizado un urgente llamado a las autoridades chilenas y mexicanas para recibir apoyo en la repatriación de los cuerpos. El hermano de la fallecida, Carlos Calvillo, desde México, ha relatado los difíciles momentos que están atravesando y la incertidumbre que enfrentan al intentar gestionar por sí mismos todos los trámites necesarios. En una entrevista con el programa La Tarde es Nuestra, Carlos recordó a su hermana como una amante de la naturaleza y los viajes. Explicó que el matrimonio tenía planeado este viaje por la Patagonia chilena desde hacía tiempo, un destino que Cristina anhelaba visitar desde hace años. “Es algo muy fuerte para todos, para nuestra familia, para la familia de nuestro cuñado. Ellos salieron de vacaciones a hacer las cosas que querían, a ellos les gustaba viajar, cualquier cosa que tuviera que ver con la naturaleza, entonces fue una gran sorpresa para nosotros lo que pasó. Y acá estamos, viendo lo que se puede hacer para traerlos a casa”, expresó Carlos. “Ellos tenían planeado este viaje desde hace mucho tiempo (...) Y mi papá cuando fue a visitarlos hace algunas semanas, prácticamente ellos ya tenían el equipaje listo, con tiempo, con todas las cosas que necesitaban para esto. El año pasado ellos llegaron de Argentina en un paseo similar”, recordó. Sobre los últimos contactos con Cristina, Carlos mencionó que sabían que la comunicación sería limitada debido a la ubicación remota del refugio donde se encontraban. “Mi hermana me acaba de decir que el último día que se tuvo comunicación con ella, fue el día jueves (...) Me imagino que en el refugio que estaban y en el lugar no tenían señal”, afirmó. Carlos explicó que fue la embajada mexicana en Chile la que confirmó el fallecimiento, aunque inicialmente con poca información. “Ayer nos dieron la noticia a nosotros, nos contacta una señora de la embajada, llama a mi hermana y le cuenta lo sucedido. No nos dieron muchos datos, porque me imagino que no tenían mucha información exacta. Ahí ya mi hermana se comunicó con nosotros, con mis hermanos, y ya nos tuvimos que reunir nosotros para darle la noticia a mis papás”, detalló. A pesar de la confirmación oficial del fallecimiento, la familia ha denunciado la falta de apoyo concreto para el proceso de repatriación. “La embajada solo nos ha dado información, pero nada más. Nos dicen que debemos contratar una funeraria chilena para todo el procedimiento, y eso es algo que se nos hace muy difícil desde acá”, lamentó. Por ello, han reiterado su llamado a los gobiernos de ambos países: “Ahora no tenemos una ayuda allá en Chile, porque la embajada mexicana lo único que nos está brindando es información, que ya tienen los cuerpos. Pero yo me he estado contactando con otra señorita de la embajada, y me dice que nosotros tenemos que contratar prácticamente una funeraria chilena para hacer el proceso”. “A nosotros nos gustaría tener una ayuda, tanto del gobierno chileno y mexicano, para que nos asistan en repatriar a mi hermana y a mi cuñado”, concluyó el familiar. Mientras tanto, continúan esperando respuestas mientras avanza el proceso de identificación y entrega de los cuerpos por parte de las autoridades chilenas. Fuente: Publimetro